Tres años después de haber abandonado este proyecto, regreso
a él.
Circunstancias personales han acontecido durante todo este
tiempo. Ahora entiendo que debía ser de esta manera, antes de decidir cerrar
este ciclo de imaginación, y fantasía.
Sr. Marciano –su
nombre evolucionó finalmente a la literal traducción al español– es una historia que ha crecido en
sobremanera. En profundidad espiritual. En complejidad.
Ha sido todo un reto, que data del año dos mil cuatro,
cuando una serie de viajes a la ciudad capital durante cuatro años seguidos,
terminaron por asesinar muchas cosas en mí, en aras de `ganar´ estatus
académico.
Lo que sucedió tras el término de esta travesía, ha sido un
cúmulo de experiencias dolorosas que me han llevado una y otra vez a la misma
dirección:
Dejarme llevar por la
Libertad plena de imaginar, de crear, de soñar, mientras escribo las historias
inverosímiles, que existen en mi cabeza.
Los personajes, la historia completa de Las Crónicas Espaciales en la Galaxia Imaginación han evolucionado
de manera inimaginable, a tal grado que, ahora que siento la suficiente
Valentía para regresar a ellas, representan un reto superior a los dos últimos
libros publicados, y el tercero, concluido –y
aún sin publicar–.
Un reto. Una obsesión.
Una meta personal en mi existencia.
La verdad es que, escribiendo el capítulo final de la saga
[la novena temporada], me siento contento. Pleno. Feliz. Lo estoy disfrutando como niño. Es una de las
mejores experiencias creativas que he
tenido a lo largo de mi vida.
Sé que esta historia es superior a mí, porque su catalizador
es la simple imaginación humana.
Sorprenden los lugares a dónde ésta puede llevarnos.
Ahora que escribo esta nota –casi tres años después de la última publicación en este blog–,
acabo de concluir el episodio donde se narra la esencia, el origen de Sr. Marciano.
Hay tantos cabos que atar, tantas páginas que cerrar, tantas
historias que concluir, que –a doce
episodios del Final–, siento que: la
misión es imposible; la Historia es increíble; y… que extrañaré eternamente el escribir sobre los
personajes, que fueron amigos imaginarios de la infancia, y que hoy narran su
historia con una claridad que me ha hecho recordar [y amar] el espíritu de niño que lucha aún por vivir
dentro de mí.
Imagen tomada de la
liga:
Escucho:
Another
Brick in the Wall - Part 2 / Steve Morse, Adrian Belew, Keith Emerson
Cluster one
/ Pink Floyd
No hay comentarios.:
Publicar un comentario